Para poder curar una úlcera por presión de grado I y que el tejido vuelva a su estado normal, es necesario realizar una serie de cuidados que permitan cicatrizar la herida generada por dicha úlcera.
Para ello debemos:
- Utilizar técnicas de posición (encamado o sentado) y elegir una adecuada superficie de apoyo, para disminuir el grado de rozamiento, presión y cizallamiento.
- Mantener la zona seca (medidas de prevención).
- Crear un campo estéril para la limpieza de la herida.
- Usar guantes estériles.
- Limpiar las lesiones inicialmente y con suero salino fisiológico, usando la mínima fuerza mecánica para la limpieza así como para su secado posterior (la proporcionada por la gravedad).
- No aplicar suero fisiológico a presión con jeringa.
- No limpiar la herida con antisépticos locales.
- Proteger la zona periulceral con un preparado a base de zinc.
- El apósito elegido para ocluir la úlcera deberá siempre sobrepasar en 2,5 - 4 cm los bordes de la misma.
- Aplicar apósito hidrocoloide/hidrorregulador de baja absorción (transparente/extrafino) en placa. Si la zona lesionada es el talón utilizar siempre protección y dispositivo (almohadas) que evite la presión.
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