miércoles, 4 de diciembre de 2019

Cuidados quemaduras de primer grado


En el caso de las quemaduras leves, hay ciertos cuidados que debemos tener en cuenta para evitar que la zona cicatrice peor o produzca más dolor en la persona afectada.
En primer lugar, si la ropa no está pegada a la quemadura, hay que retirarla. Si la quemadura es causada por productos químicos, hay que retirar toda la ropa que contiene dichos químicos.
Para enfriar la quemadura:
  • Con agua fría, no hielo. El frío extremo del hielo puede lesionar aún más el tejido.

Cuidados en quemaduras de segundo grado

Los cuidados de enfermería para las quemaduras de esta gravedad son los siguientes: 

Administrar medicamentos para el alivio del dolor, además de implementar cuidados tendientes a disminuir el estrés.

Limpiar la herida con cloruro de sodio al 0,9% o agua del grifo tibia.

Retirar con cuidado cualquier resto de tejido necrótico o desvitalizado mediante desbridamiento. Está técnica debe realizarse mediante estricta técnica aséptica. 

Cuidados quemaduras de tercer grado

En un primer momento, y lo que es un procedimiento común a todas las quemaduras, se retirarán la ropa y todos los objetos que vista el paciente y podemos sumergirla en agua fría o superponer compresas húmedas para no aumentar la hinchazón. ¡Nunca se debe aplicar hielo directamente! Antes de realizar las curas sobre la quemadura es posible que haya que retirar los vendajes sucios e igual será necesario mojarlos para extraerlos fácilmente. A continuación, limpiar el área de la herida con agua y jabón de manera muy suave y secarla; es esencial sabes que si hay cualquier ampolla alrededor de la quemadura no romperla para no aumentar el riesgo de infección. Colocaremos a continuación un apósito especial para que no se adhiera a la zona y la cubriremos con una gasa; indicaremos, finalmente, al paciente que, en caso de que la zona quemada sea bien en miembros inferiores o superiores, los eleve por encima del nivel del corazón para no favorecer la aparición de inflamación ni dolor.

Cuidados de las quemaduras de cuarto grado

El cuidado de las quemaduras de cuarto grado se centrará principalmente en aliviar los signos de la necrosis para evitar que desemboque en una amputación. Cuando se trata de una quemadura de cuarto grado por congelación la piel, en un comienzo, tiene un aspecto pálido con un aumento del flujo sanguíneo. Si esa situación se alarga en el tiempo, pueden aparecer ampollas y desembocar en una necrosis.

Cuando hay una necrosis las células de la piel están muertas y esa zona no tiene sangre ni oxígeno. Para evitar que empeore, el médico puede prescribir la toma de antibióticos o cremas de uso local, que puede ser un tratamiento adecuado en el caso de que la necrosis acabe de aparecer en la piel. La zona afectada deberá estar en alto para mejorar la circulación de la sangre y que llegue hasta ahí si es posible, ya que esa área adolecerá en ese momento de flujo sanguíneo. La zona afectada no debe presionarse ya que causará más dolor y puede empeorar.