sábado, 7 de diciembre de 2019

Tratamiento úlceras por presión grado I


Para tratar la aparición de las úlceras por presión, debemos aplicar apósito hidrocoloide/hidrorregulador de baja absorción (transparente/extrafino) en placa. Si la zona lesionada es el talón utilizar siempre protección y dispositivo (almohadas) que evite la presión.

En cuanto al manejo del dolor se centrará en el tratamiento de la causa subyacente o de los factores locales que favorecen la aparición del dolor. 

Tratamiento úlceras por presión grado II

Las úlceras por presión de grado II son consideradas superficiales, y pueden cicatrizar sin necesidad de ser sometidas a un proceso quirúrgico. 


  1. Es muy importante llevar a cabo un control de infecciones en la UPP. El diagnostico óptimo de estas infecciones se lleva a cabo por medio de biopsias. Ante signos locales de infección se utilizaran antimicrobianos tópicos (sulfadiazina de plata, gentamicina, metronidazol). Si la infección cursa con fiebre se utilizarán antimicrobianos sistémicos. 
  2. Deberá realizarse un buen aseo y desbridamiento del tejido necrótico, para remover bacterias de la herida y favorecer la cicatrización. 
  3. Es necesario establecerse medidas para aliviar la presión en la zona afectada, tales como superficies de espuma, gel u otras con componentes móviles y eléctricos. 
  4. Finalmente debemos elegir un apósito adecuado, que en el caso de las úlceras por presión de grado dos debe mantener el lecho de la úlcera húmedo, y el tejido perilesional seco, minimizando el dolor y protegiendo del trauma. 


Tratamiento úlceras por presión grado III

El tratamiento de las úlceras por presión tiene como finalidad recuperar la integridad cutánea, llegando ser incluso necesario una intervención quirúrgica para solucionar esta lesión. Para alcanzar este objetivo es imprescindible eliminar las células muertas de la herida y evitar todo aquello no mantenga limpio el lecho. 

Además, para contrarrestar los posibles episodios de infección se administrarán antibióticos locales; para mantener la herida húmeda y la piel perilesional seca y protegida de agentes externos se colocarán distintos apósitos en función de las características de la herida. Entre los cinco principales tipos se encuentran: alginatos, poliuretanos, hidrocoloides, apósitos combinados e hidrogeles. 

Tratamiento de las úlceras de cuarto grado

El aspecto más importante en la prevención y tratamiento de las úlceras por presión es cierto alivio de la presión. La mejor manera de conseguirlo es con el reposicionamiento y movilización frecuente del paciente, pero también usando colchones adecuados o equipos reductores de la presión específicos. Un tratamiento adecuado debe incluir una limpieza exhaustiva de las heridas, una eliminación del tejido muerto y un entorno de la herida sin orina ni heces. Las úlceras de grado 4 a menudo requieran un desbridamiento quirúrgico.