Es habitual contraer infecciones bacterianas, sobretodo en niños o en adolescentes. Por ello hay que recalcar la importancia de una correcta higiene y precaución ante el contacto con agentes externos.
Consideraciones a tener en cuenta en nuestra vida diaria:
- Lavarse las manos con regularidad, sobre todo después de tocar lesiones cutáneas infectadas u otros objetos que puedan estar contaminados.
- Bañarse con agua y jabón, todos los días y después de hacer ejercicio físico.
- No compartir cremas, lociones, jabones u otros elementos personales que estén en contacto con la piel.
- No compartir toallas, cepillos de dientes ni máquinas de afeitar.
- Tomar conciencia del problema que acarrea la automedicación o el consumo excesivo de ciertos antibióticos.
- Conocer en todo momento de dónde provienen los alimentos o el agua que consumimos ya que pueden estar contaminados.
- Si se tienen hijos, vigilar especial atención a lo que puedan ingerir en el parque, colegio, etc, ya que la mayoría suelen introducirse las manos en la boca después de haber estado jugando con ellas durante cierto tiempo.
- Usar siempre protección al mantener relaciones sexuales ya que una persona afectada puede contagiar a otra por este método.
- Estornudar siempre encima de un pañuelo o toallita ya que sino las bacterias podrían diseminarse por el medio como es el caso de la tuberculosis.
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