La psoriasis es un enfermedad inflamatoria de la piel que puede llegar a afectar a las articulaciones. Comienza en el sistema inmunológico, concretamente en los linfocitos T, que, al ser activados provocan la dilatación de los vasos sanguíneos.
En personas sin enfermedades cutáneas, las células de la piel se van renovando cada 30 días, aproximadamente; en cambio, en personas psoriásicas, dura 4 días. Como consecuencia del rápido crecimiento de las células, se van acumulando placas de piel gruesa, descarada y rojiza, provocando dolor y picor.
Existen distintos tipo de psoriasis, aunque por lo general se hable de diferentes formas de presentación.Se clasifica según gravedad y forma y patrón de escamas.
- Según gravedad:
- Psoriasis leve: cubre hasta un 2% de la piel, por lo que sólo aparecen placas aisladas generalmente en rodillas, codos, cuero cabelludo , manos y pies.
- Psoriasis moderada: cubre entre 2 y 10% de la superficie corporal y aparece en brazos, tronco, piernas y también cuero cabelludo.
- Psoriasis grave: cubre más del 10%.
- Según forma y patrón de escamas:
- Psoriasis en placas: forma más típica, consiste en la acumulación de células muertas en formas de placas.
- Psoriasis gotular: se manifiesta como pequeñas gotas rojizas no muy gruesas.
- Psoriasis en pliegues: aparece comúnmente en axilas, ingles, bajo las mamas y nalgas; se manifiesta en forma de pieles lisas y secas con enrojecimiento e inflamación.
- Psoriasis eritrodérmica: afecta a la mayor parte del cuerpo y se caracteriza por un enrojecimiento de la piel realmente agresivo.
- Psoriasis pustular generalizada y localizada: como su propio nombre indica, se forman pústulas; se diferencian una de la otra en que la segunda sólo aparece en manos y pies.
- Acropustulosis: son dolorosas e incluso incapacitares.
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