Las quemaduras de primer grado, no dejan de ser quemaduras leves que se pueden producir en la playa, en el trabajo, en los hogares... Para reducir el riesgo de sufrir estas quemaduras en casa debemos seguir unos sencillos pasos:
- Controlar los elementos que se estén cocinando.
- Mantener todos los líquidos calientes fuera del alcance de los niños y las mascotas.
- Mantener los electrodomésticos lejos del agua.
- Desenchufar las planchas o los dispositivos similares cuando no estén en uso. Guardarlos fuera del alcance de los niños pequeños.
- No fumar encima de la cama.
- Asegurarse de tener detectores de humo que funcionen correctamente en el edifico o en la propia casa. Controlarlos y cambiar las baterías al menos una vez al año.
- Tener un extintor de incendios.
- Otra recomendación es la revisión de la temperatura del agua cuando se baña a los niños pequeños ya que debe ser esencial para prevenir quemaduras por escaldadura.
- No dejar cables expuestos (sin material aislante) en las instalaciones eléctricas.
- Evitar el uso de pirotecnia es importante, pues en épocas de festividades los casos de quemaduras por pólvora aumentan aproximadamente en un 20 por ciento en la atención de urgencia.
Por otra parte, es importante reducir la probabilidad de quemarnos cuando estamos expuestos al sol en la playa, por ello, debemos:
- Usar gorros o gorras.
- Emplear el protector solar, preferiblemente de graduación 50.
- Beber abundante agua.
- Protegernos del sol con una sombrilla.
También se debe estar alerta ante los riesgos de quemaduras fuera del hogar, especialmente si se está en lugares donde hay llamas, sustancias químicas o materiales sobrecalentados. En caso de manipular sustancias químicas, siempre protegidos con una vestimenta adecuada, por ejemplo nuestro EPI de trabajo, como gorros, guantes, bata, calzas, mascarilla, etc.
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